Takashi Murakami: un artista otaku
Nacido en Tokio en 1962, Takashi Murakami es uno de los artistas más influyentes procedentes de Japón en las últimas décadas. Doctorado por la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio en 1983 y con formación en nihonga (un estilo pictórico centrado en las técnicas y temas tradicionales japoneses), Murakami surge de la generación Neo-pop japonesa tras el pinchazo de la burbuja económica en aquel país a finales de los años ochenta.
Takashi Murakami se formó en el estilo pictórico tradicional japonés y creció en una sociedad con una jerarquía social mitigada. Él mismo acuñó el estilo artístico Superflat en sus escritos, término que ha servido también para calificar su obra y se basa en proveer una interpretación "exterior" a la cultura popular japonesa de la post-guerra a través de los ojos de la subcultura otaku.
Además de un estilo caracterizado por ser bidimensional, este concepto se refiere a la dilución de los límites entre la alta y baja cultura, y proporciona una perspectiva crítica de la propia estructura del arte.
Sus obras no solo están inspiradas en lo tradicional japonés de las cuales hay tiene una gran influencia, como pueden la composición de sus obras. Y es que sus composiciones son una fabulosa excentricidad y que se parece a las pinturas de la Época Edo Japonesa. Sus pinturas y trabajos están llenos de elementos anime y manga, e iconos zen y budistas, y rollos de pinturas del Siglo XVIII. Muchos críticos califican la obra de Murakami como un compendio de elementos en el que el resultado final es una práctica artística que propicia "una nueva interrelación entre el arte elevado y la cultura popular, que se traduce en su concepto de que el arte es parte de la economía" de Peter Pan Estos trabajos son una exploración de la sexualidad otaku mediante imágenes grotescas o distorsionadas. Otros trabajos están más relacionados con el Síndrome
Creo que su utilización de imágenes fantásticas, esa mezcla entre el pop art y el diseño gráfico le da un aire poco convencional y al mismo vez muy atractivo sobre todo para la gente joven. Sabe utilizar el expresionismo como nadie, lo cual rompe completamente con esa influencia tradicional que tiene, y que es precisamente lo que hace que sus trabajos sean tan admirados y cotizados, tanto en Japón como fuera.
Murakami ha generado, propiciado y realizado tal cantidad de actividades y forma parte de su práctica convertirse en comisario de exposiciones, conferenciante, coordinador de eventos, presentador de radio, columnista de prensa y agente de artistas en pleno apogeo. Su corporación internacional, Kaikai Kiki Co., Ltd., y las diferentes actividades que llevan a cabo, como la fabricación en masa de productos de merchandising, la producción de filmes de animación y los encargos de diseño corporativo, entre los que se incluye su célebre colaboración con Louis Vuitton, nos enseña el objetivo de Murakami de ampliar, de forma creativa, el ámbito del arte.
Si de algo estoy seguro es que con sus obras Murakami ha conseguido que el otaku lo considere un bien preciado al que respetan y admiran por sus constantes obras que encumbran uno de los movimientos más influyentes del siglo pasado: el Movimiento Otaku.
Entrevista a Murakami